domingo, 11 de diciembre de 2016

Vestuario de los personajes principales de la obra Doña Rosita la soltera de Federico García Lorca



                       
                                           Tía                                         Rosita
                                                                  Ama

                            
                                           Tío                                           Sobrino

A continuación os dejo un fragmento de la obra:

"Me he acostumbrado muchos años de mi vida
a vivir sin mí...
pensando en cosas que están muy lejos
y ahora que estas cosas ya no existen
sigo dando vueltas y vueltas por un lugar frío
buscando una salida que no voy a encontrar... 
jamás.

Yo sabia, yo siempre lo supe,
si la gente no hubiera hablado,
si, ustedes, no lo hubieran sabido,
no lo hubiera sabido nadie mas que yo.

Cada año que ha pasado,
ha sido como una prenda intima que han arrancado de mi cuerpo.

Hoy, hoy salgo a la calle
y me doy cuenta que no conozco a nadie,
y me canso y no puedo gritar...
Pero, sigo adelante...
con la boca llena de veneno,
y unas ganas enormes de arrancar...
de sacarme los zapatos...
de descansar, de no moverme más.
Nunca jamás de mi rincón.

Con la ilusión perdida,
me acuesto y me levanto
con el más terrible de los sentimientos,
que es el de tener la esperanza muerta.

Quiero arrancar, quiero irme...
quiero no ver...
quiero quedarme quieto,
sereno...
Y sin embargo, la esperanza me persigue y me muerde.
Lo único que me queda, finalmente,
es mi dignidad.

Lo que siento, aquí dentro,
me lo guardo para mi,
pero para mi solo.
Hay cosas que no se pueden decir porque no hay palabras para decirlas.

Yo he visto la nieve,
he tocado la nieve,
y porque la nieve era blanca...
y porque la nieve fue la primera cosa blanca que vi en mi vida;
he llamado nieve a todo lo que era blanco.

Cuando no supe donde ir...
se me explicó, que cuando no sabía donde ir...
tenía miedo...
Y así conocí el miedo.

Y bueno, me han hecho hablar...
me has hecho hablar (tú).
Me has trasladado a la realidad.
Con mi primera frase caí en la trampa.

Quisiera ser como aquel que otro ha sido una vez.
Ahora para mi no hay nada más vivo que un recuerdo.
Un recuerdo que me haga la vida imposible.

Yo sólo soy...
casualmente, yo...”
         

Natalia Rodríguez Bueno






No hay comentarios:

Publicar un comentario